Entre las décadas de los 40 y los 60, la moda española dio dos grandes figuras al panorama internacional de la alta costura, si bien la plataforma de proyección pública de su ropa y diseños se encontraba en París. Se trataban de Cristóbal Balenciaga, cuyas creaciones llenaron dos décadas, la de los 40 y los 50, y Paco Rabanne, que se dedicó a investigar durante los años 60 con nuevos materiales para la ropa de moda (metales y plásticos) lanzando sus famosos "vestidos metálicos". También durante estas fechas triunfaban dentro de nuestras fronteras dos grandes diseñadores de moda sobradamente conocidos, Manuel Pertegaz y Elio Berhanyer, pero dicha fama trascendió muy rápido al extranjero, y revistas de la talla de Harper's Bazaar y Vógue enviaban a sus periodistas a España para valorar y hacerse eco de sus colecciones.
Sin embargo, la moda y alta costura española, a pesar de que había dado numerosos diseñadores anteriormente, atravesó a mediados de los 60 un periodo de crisis. La confección en serie del pret-a-porter para boutiques, la aparición de una moda juvenil mucho más barata, sencilla y deportiva, y los impuestos cada vez más altos sobre los productos de alta costura fueron los principales factores desencadenantes de dicha crisis.




