Uno de los principales inconvenientes con los que se encuentran las madres a la hora de comprar ropa a sus hijos es el tallaje, en muchos casos para aclararse conviene estudiar muy bien cómo funcionan las tallas infantiles.
Los niños y bebés crecen muy rápido y es normal tener que comprar de forma urgente todo tipo de ropa infantil: jerséis, camisetas, pantalones, vestidos, pijamas, calcetines, ropa interior, zapatos, etcétera. El problema es que aunque las tallas infantiles son teóricamente de medidas estándar, en muchos casos los fabricantes no se ponen de acuerdo y los tamaños cambian mucho. Así, por ejemplo un niño de cuatro años en algunos casos usará la talla 98, en otros la 104 y en otros la 110.